Esta semana causaron indignación nacional tres casos de maltrato animal que evidencian la urgencia de fortalecer las leyes en la materia. El primero, y más impactante, ocurrió en el Estado de México, donde un agente de la fiscalía estatal asesinó a un perro pastor alemán con cuatro disparos en plena vía pública.
Tras ser alertados por vecinos, elementos de la policía municipal lograron detener al agresor, quien se resistió e intentó amedrentarlos.
El segundo caso, viralizado en redes sociales, muestra a dos individuos obligando a un perro a ingerir bebidas alcohólicas, causándole una evidente intoxicación. Y el tercero involucra a un tigre de bengala llamado Cheta, encontrado en condiciones deplorables en un desguace de Ciudad Juárez, Chihuahua.
El ejemplar, mantenido como atracción sin atención adecuada, fue finalmente rescatado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Ante estos hechos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue cuestionada sobre las acciones que tomará su gobierno. Respondió con firmeza:
“Es indignante cualquier forma de violencia, y particularmente el maltrato animal, que muchas veces es reflejo de una violencia más profunda. Por eso estamos trabajando en una ley de protección animal”.
Sheinbaum recordó que la protección a los animales ya está incluida en la Constitución, y que su administración prepara una legislación más robusta con el apoyo de organizaciones defensoras de animales.
En este contexto, mencionó que en el próximo periodo extraordinario del Congreso se discutirá una ley relacionada con la prohibición del cautiverio de delfines.
El anuncio se da en un contexto donde la sociedad exige justicia ante casos de crueldad animal, y un marco legal que impida la impunidad frente a este tipo de delitos.