El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de suspender las relaciones diplomáticas con Ecuador después de que un cuerpo de élite de la policía ecuatoriana irrumpiera en la embajada mexicana en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, a quien México le había concedido asilo.
El Presidente López Obrador informó que la policía ecuatoriana ingresó por la fuerza a la embajada mexicana y se llevó detenido al ex vicepresidente de ese país, violando el derecho internacional y la soberanía de México. Ante esta violación flagrante, instruyó a la canciller Alicia Bárcena a proceder legalmente y declarar la suspensión de relaciones diplomáticas con Ecuador.
En un comunicado posterior, Bárcena confirmó el rompimiento de estas relaciones debido a la violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador. El personal diplomático de México abandonará el país inmediatamente, esperando que se ofrezcan las garantías necesarias para su salida.
El incidente se produjo cuando la policía ecuatoriana ingresó al recinto consular para aprehender a Glas, quien se encontraba refugiado en la embajada mexicana desde diciembre de 2023. Los uniformados treparon paredes y vallas de la sede diplomática, rompiendo puertas y agrediendo al personal de guardia.
La Cancillería de México calificó esta acción como insólita, inadmisible e indignante, y anunció que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia y otras instancias internacionales para denunciar la responsabilidad de Ecuador por la violación a la Convención de Viena.
Por su parte, el gobierno ecuatoriano justificó la detención de Glas argumentando que ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Señalaron que, al haberse abusado de las inmunidades y privilegios de la misión diplomática que albergaba a Glas, procedieron a su captura.