En un hito más del proyecto para la nacionalización de recursos estratégicos, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la adquisición completa de la Exportadora de Sal, S.A. de C.V., (ESSA) por parte del Gobierno de México, en el municipio de Mulegé, Baja California Sur. Este acto simboliza un paso significativo en el rechazo a las políticas neoliberales que promovieron la privatización de recursos naturales y empresas clave para el país.
Durante el anuncio, el presidente expresó su satisfacción y agradecimiento hacia la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, por lograr que esta empresa crucial volviera a ser de propiedad pública, destacando así el compromiso del gobierno para proteger el patrimonio nacional de los riesgos de la privatización. “Ahora queremos dejar a salvo este patrimonio de todos los mexicanos”, afirmó López Obrador, señalando la privatización como sinónimo de corrupción.
La nacionalización de ESSA, después de 70 años de operaciones y con una inversión gubernamental de mil 500 millones de pesos para adquirir las acciones restantes de la empresa japonesa Mitsubishi, marca el cumplimiento de la promesa hecha por AMLO en julio de 2023. La compañía, que cuenta con la salina más grande del mundo y representa el 84% de la producción de sal en México, es ahora una entidad paraestatal al 100%, manteniendo una distribución accionaria entre el Servicio Geológico Mexicano y el Fideicomiso de Fomento Minero.
La secretaria Buenrostro Sánchez enfatizó que con esta acción, los beneficios generados por nuestros recursos naturales permanecerán en México para el bienestar del pueblo. Además, destacó la importancia de la sal en diversas industrias, subrayando la capacidad de ESSA de abastecer mercados clave en Asia-Pacífico y la Costa Este de América del Norte.
El presidente López Obrador reiteró su llamado a la administración de la compañía bajo el principio de cero corrupción, asegurando que la empresa seguirá funcionando con éxito y se mantendrá alejada de la quiebra y la privatización. Además, aclaró que la adquisición no fue una expropiación, sino un acuerdo mutuo con Mitsubishi, agradeciendo su voluntad para aceptar las condiciones del trato.
Este evento también fue testigo de la firma del convenio de nacionalización por parte de Martha Laura Bolivar Meza, directora de Crédito, Finanzas y Administración del Fideicomiso de Fomento Minero, y Nakaba Aoyagi, representante legal de Mitsubishi. Con esta medida, México reafirma su posición como líder en la producción de sal y se compromete a fortalecer su economía nacional, sus finanzas públicas y el bienestar de sus ciudadanos, especialmente en Baja California Sur, donde el presidente anunció subsidios para los consumidores de energía eléctrica y la construcción de infraestructura crítica para la región.