El Zócalo de la Ciudad de México lució completamente lleno este domingo durante el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, ante una multitud que abarrotó la plancha capitalina, afirmó que la política de seguridad y paz en México “se decide soberanamente” y sin influencia de gobiernos extranjeros.
La mandataria hizo alusión directa a las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había asegurado que México “hace lo que nosotros le decimos que haga” en materia fronteriza.
“Para que no haya ninguna duda, la política de construcción de la paz se decide soberanamente en México. Nadie influye en ella, solo nuestra honestidad, certeza y perseverancia”, subrayó Sheinbaum, arropada por miles de simpatizantes que ondeaban banderas y coreaban su nombre.
Aunque solo mencionó una vez al país vecino, expresó confianza en mantener relaciones equilibradas:
“Estoy segura de que llegaremos a un buen acuerdo con Estados Unidos y todas las naciones del mundo en relación a nuestras relaciones comerciales”, dijo, en alusión a la renegociación del T-MEC prevista para el próximo año.
Reformas, economía y proyectos estratégicos
Durante su mensaje, que se extendió cerca de una hora, la presidenta hizo un repaso de las principales reformas y programas sociales impulsados durante su administración, destacando la reducción de la pobreza y la desigualdad, logros que atribuyó también al legado de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
En el ámbito económico, resaltó que la inflación está controlada, la inversión extranjera directa es récord y el peso mexicano se mantiene “entre las monedas más estables del mundo”. Además, adelantó que la recaudación fiscal será mayor en 2025, sin aumentar impuestos.
“Cuando no hay corrupción, alcanza para más”, puntualizó.
Innovación y obras emblemáticas
Sheinbaum también anunció que en las próximas semanas presentará avances en proyectos de vehículos eléctricos, semiconductores, satélites y drones fabricados en México, como parte de una estrategia nacional de innovación tecnológica.
En materia de infraestructura, propuso renombrar el tren México–Nuevo Laredo como “Tren del Golfo de México”, en alusión a la polémica generada por Trump al sugerir que el Golfo de México se rebautizara como “Golfo de América”.
“¿Quién está de acuerdo en que el tren de México a Nuevo Laredo se llame Tren del Golfo de México?”, preguntó sonriente. “Mayoría”, respondió al ver las manos levantadas.
Con un alto nivel de popularidad, según encuestas recientes, la mandataria cerró en la capital una gira de encuentros regionales, reafirmando su liderazgo político ante un Zócalo a reventar que celebró su primer año de gobierno.
