¿Listo para un paseo que combine leyendas de fantasmas, túneles secretos, dulces de guayaba y hasta un museo de cactus? Entonces apunta este destino en tu lista: Real de Asientos, un rincón de Aguascalientes que parece sacado de una película de aventuras, pero con toques paranormales incluidos.
Ubicado a solo una hora de la capital del estado, este Pueblo Mágico —el más antiguo de Aguascalientes— fue fundado en 1548, y desde entonces guarda historias, construcciones de cantera rosa, y sí… ¡algunas almas que aún no encuentran descanso!
Todo empieza en el ex convento del Señor del Tepozán, donde te adentras en pasillos oscuros y escuchas, en total silencio y con la puerta cerrada, la historia de un millonario que habló desde el más allá para construir la iglesia con el dinero que le sobró de pagar sus deudas. Spoiler: el sacerdote no le creyó… hasta que le empezó a sudar la mano como si se hubiera metido al sauna.
También conocerás una celda donde los monjes se autoflagelaban por pecadores (sí, literal), y la habitación donde una religiosa jugaba con la ouija y terminó poseída por el mismísimo chamuco. Antes de entrar, los guías te piden persignarte… por si las dudas.
Túneles secretos y huesos
¿Te imaginas caminar por debajo de una iglesia? En Real de Asientos es posible gracias a los túneles subterráneos del siglo XVIII, construidos para proteger la parroquia de las filtraciones.
En el camino hay altares, veladoras, manantiales y hasta huesos humanos incrustados en las paredes. ¿Qué hacen ahí? Nadie sabe. ¿Da miedo? Un poquito. ¿Es emocionante? ¡Muchísimo!
Después de tanto misterio, toca relajarse con una parada en la Pinacoteca, donde podrás ver un Cristo articulado de más de 400 años… hecho con mandíbulas, costillas, cabello humano y cuero de res. Arte sacro, nivel: impactante.
Y como el cuerpo también necesita apapacho, hay que probar el conejo a la Chichimeca, un platillo típico de la zona, o los famosos dulces de leche y guayaba que te hacen olvidar cualquier susto.
Más razones para ir (por si te faltaban)
- Artesanías de barro: desde jarrones hasta porta velas, todo hecho a mano.
- Momias reales: una te recibe justo a la entrada de los túneles. Un saludo y seguimos.
- Casa del Minero: antes era tienda de raya, hoy es un rincón lleno de historia.
- Museo Vivo de Cactáceas: con más de 1,500 plantas de especies raras que parecen de otro planeta.
Real de Asientos es ese tipo de lugar que no solo visitas, lo vives. Entre túneles, leyendas, sabores y sustos, seguro regresas con historias que nadie más podrá contar igual. Así que ya sabes: si quieres un viaje fuera de lo común, este pueblo mágico te espera con las puertas (y quizá uno que otro portal del más allá) abiertos.



