Frente a las tensiones internacionales que marcaron el fin de semana, derivadas del conflicto entre Estados Unidos e Irán y el cierre del Estrecho de Ormuz (por donde transita cerca del 20% del comercio mundial de petróleo) la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró el principio histórico que rige la política exterior del país: la soberanía de los pueblos.
“Primero, soberanía de los pueblos. Esa siempre ha sido la posición de México. Cada nación tiene el derecho a decidir su forma de gobierno”, declaró la mandataria, recordando que este principio distingue a México en la escena internacional.
En relación con el impacto del conflicto en los precios del petróleo, Sheinbaum señaló que hasta el momento el aumento ha sido marginal. Sin embargo, enfatizó que México está mejor preparado que antes para enfrentar una eventual alza, gracias a los avances en soberanía energética.
“La refinería de Dos Bocas ya está operando con sus dos trenes, y eso ha permitido disminuir significativamente la importación de combustibles”, explicó.
Añadió que también se ha fortalecido el sistema energético nacional con la compra de la refinería Deer Park en Texas y la rehabilitación de las seis refinerías existentes en el país.
No obstante, reconoció que, si el precio internacional de las gasolinas se eleva sustancialmente, México cuenta con un mecanismo de protección: el subsidio a través del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que permite contener el precio al consumidor.
“México tiene un mecanismo para que no aumente el precio de las gasolinas en el país”, subrayó Sheinbaum, transmitiendo un mensaje de estabilidad y previsión económica en medio de un contexto internacional incierto.