La presidenta electa Claudia Sheinbaum decidió para bien, no invitar a Felipe VI, rey de España, a su toma de protesta como la primera mujer al frente del Poder Ejecutivo en México.
Así lo demuestran las encuestas, como la que levantó Massive Poll; la cual revela que el 78 por ciento de las mexicanas y mexicanos apoyan la decisión de Sheinbaum Pardo, quien demuestra su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y también su sensibilidad con los pueblos indígenas que habitan no solo el territorio mexicano, sino todo el continente americano.
Solamente un 14 por ciento de conservadores monárquicos mexicanos, expresaron su descontento al enterarse que el Borbón no pisará suelo mexicano.
Y es que la que en unos días será Jefa de Estado, explicó que su motivación era la de construir una nueva narrativa en la relación entre México y España, relación que hasta antes de la llegada de la 4T era de subordinación hacia figuras como la de Felipe VI.
El rey demostró su falta de respeto al no admitir las atrocidades cometidas por la corona española mientras fueron regentes de la mal llamada “Nueva España”, durante la época colonial. Así que ahora paga los platos rotos al no recibir invitación por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum.