La locura provocada por el regreso de la banda británica Oasis, ha tenido repercusiones políticas inusitadas.
Los intérpretes de Let There Be Love tienen previsto uno de sus conciertos del reencuentro en Croke Park, Dublín, Irlanda. Los fans estaban tan emocionados que saturaron la venta de boletos dinámica de Ticketmaster; los boletos pasaron de tener un precio razonable de 176 euros, a los 400 euros, ¡una mentada!, se quejaron los consumidores.
Pues bien, las y los legisladores irlandeses atentos a la escandalosa dinámica comercial, están pensando en retomar una iniciativa del 2021 que permitiría controlar los precios en la venta de boletos para eventos masivos, y transformar una dinámica totalmente rapaz en una justa para la población.
La ley de 2021 protege a los fans de la experiencia de perderse boletos y luego ver esos mismos tickets siendo vendidos en un sitio secundario por mucho más de lo que podían permitirse o estaban dispuestos a pagar. Ahora debe extenderse para proteger a los fans de ver cómo los boletos ‘en demanda’ suben significativamente por encima del precio inicialmente anunciado”, explicó Jim O’Callaghan, uno de los legisladores irlandeses que está impulsando esta iniciativa.
Mientras tanto en Reino Unido, la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA por sus siglas en inglés), ya investiga si Ticketmaster incurre en alguna práctica ilegal en la venta de boletos de Oasis, principalmente si no han sido claros desde el inicio en los términos y condiciones de los “precios dinámicos”, por ejemplo.
Debe quedar claro que Oasis deja las decisiones sobre la venta de entradas y precios completamente a sus promotores y managers, y en ningún momento tuvo conocimiento de que se utilizarían precios dinámicos en la venta de boletos para las fechas iniciales”, aclaró la banda a través de un comunicado.
Bueno, mientras se termina por resolver el asunto, Liam Gallagher disfruta lo votado, quiero decir lo vendido… en redes sociales el vocalista ha respondido con su característico ácido humor a quienes le reclaman por lo carísimos de París que están las entradas a sus recitales. A un fan que le suplicó por si le sobraba algún boleto, Liam replicó que tenía muchos boletos pero que eran realmente caros “a 100 mil libras cada uno, en zona de rodillas”.