Luis Ángel Malagón respondió a una intervención de Nahuel Guzmán con un atajadón bajo los tres palos tras un remate de André-Pierre Gignac que parecía el primero para los felinos.
El América regaló una falta en el tercer cuarto del terreno de juego, que abrió la oportunidad para que Tigres pudiese tomar ventaja antes del final de la primera mitad.
La mala marca de la defensa americanista, permitió que el histórico delantero francés quedara solo frente al arco de la oncena local para meter un cabezazo brutal al arco.
Sin embargo, el guardameta mexicano exhibió sus reflejos sacando la pelota con ambas manos por encima de la valla que defendía y mantener el cero para irse al descanso con el marcador tal y cómo inició.
La reacción de Malagón terminó significando más tarde el título número 14 en la historia de las Águilas, pues de no haber sido así, otra cosa hubiese ocurrido.