En un giro político inesperado, el candidato libertario de ultraderecha, Javier Milei, se alzó con la victoria en las elecciones primarias presidenciales celebradas el pasado domingo. Su plataforma, que aboga por la adopción del dólar estadounidense como moneda oficial de Argentina y no es ajena a las comparaciones con Donald Trump, capturó un apoyo sorprendente en los comicios.
Con un 30 por ciento de los votos escrutados, el congresista, economista y excomentarista televisivo, de 52 años, emergió como líder en la contienda por la presidencia en las elecciones generales que se llevarán a cabo en el otoño.
Las encuestas previas habían proyectado un apoyo del 20 por ciento para Milei, y los analistas políticos preveían que sus radicales propuestas, como la abolición del banco central, limitarían su capacidad para atraer a un amplio electorado.
Sin embargo, los resultados del domingo han dejado en claro que Milei tiene ahora una oportunidad concreta de liderar Argentina, una nación sudamericana con una población de 46 millones de habitantes y valiosas reservas de petróleo, gas y litio.
“Este resultado también será sorprendente para él”, comentó Pablo Touzon, un consultor político argentino. “Hasta ahora, era principalmente un fenómeno de protesta”.
Las elecciones generales de Argentina, programadas para octubre y con la posibilidad de una segunda vuelta en noviembre, representarán una prueba para la fortaleza de la extrema derecha en el panorama mundial. En diversos países poderosos, como Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Suecia y Finlandia, la derecha dura ha ganado terreno en los últimos años, aunque también ha enfrentado derrotas, como en España y Brasil.
Milei se ha presentado como la transformación radical necesaria debido al colapso económico de Argentina. En caso de ser elegido, sus políticas podrían tener un impacto significativo en el sistema. Además de sus propuestas relativas a la moneda y el banco central, ha planteado la drástica reducción de impuestos y la disminución del gasto público, incluso contemplando la implementación de tarifas por el uso del sistema de salud público. Asimismo, ha expresado la intención de cerrar o privatizar empresas estatales y eliminar los ministerios de Salud, Educación y Medio Ambiente. Las elecciones generales en los próximos meses determinarán si las ideas de Milei lograrán materializarse en políticas concretas para Argentina.