La república Islámica de Irán respondió con un ataque de cientos de misiles a la invasión del ejército de Israel contra el Líbano.
Irán ha declarado que su respuesta ha concluido “a menos que el régimen israelí decida invitar a nuevas represalias”. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha afirmado que Irán cometió un grave error y que pagará por ello.
Las estimaciones indican que el ataque de Irán involucró al menos 180 misiles balísticos, siendo el mayor ataque de este tipo contra Israel en la historia. La Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) aseguró que el 90% de los misiles alcanzaron sus objetivos en Israel, aunque no se han reportado bajas oficiales.
A pesar del impacto de los misiles, las autoridades israelíes levantaron las restricciones en Tel Aviv, permitiendo a los ciudadanos salir de los refugios y volver a las calles.
El presidente de Irán afirmó que no busca la guerra, pero enfrentará cualquier amenaza de Israel con firmeza. Además, Irán aseguró que no dio aviso previo a Estados Unidos, pero sí consultó con Rusia antes del ataque.
La respuesta israelí no se ha hecho esperar, y el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) ha prometido “golpear con fuerza” en el momento y lugar que se elija, advirtiendo que el ataque de Irán empuja a la región hacia una mayor escalada.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos ha calificado el ataque como “inaceptable”, y ha prometido defender a Israel. El presidente Biden ha ordenado la movilización de activos militares estadounidenses en caso de que se necesite interceptar nuevos proyectiles.
Se espera una posible represalia mayor de Israel contra Irán en las próximas horas, mientras el conflicto sigue intensificándose en la región.