Ernesto Gómez Cruz murió el pasado sábado 6 de abril a la edad de 90 años, dejando un legado de más de medio siglo en el mundo de la actuación.
El primer actor mexicano falleció en un hospital de la Roma en la Ciudad de México, según la información que otorgó a los medios su hija Virginia Gómez.
De acuerdo con el testimonio de Virginia, el famoso personaje de películas como “El Infierno” o “Canoa” sufría de demencia senil en sus últimos días.
“Nunca se detectó la bacteria que tenía, entonces a cada rato se enfermaba, cada mes, cada 15 días y eso implicó el deterioro de su cuerpo. A veces se perdía, en una salida de hospital ya no caminó”, sentenció.