Después de años de invertir millones de euros en fichajes, el Manchester City finalmente obtuvo una recompensa deportiva al imponerse 1-0 al Inter de Milán en la emocionante final de la UEFA Champions League en Estambul.
Fue una historia llena de drama, con Pep Guardiola visiblemente nervioso, especialmente en los últimos minutos cuando el arquero Ederson realizó impresionantes salvadas.
La ofensiva del City necesitaba el respaldo de una sólida actuación defensiva, y el héroe del partido resultó ser el español Rodri, quien le otorgó a Pep y al Manchester City su primera Champions en una final en la que tuvieron que luchar para derribar la sólida defensa nerazzurri del técnico Simone Inzaghi, que estuvo cerca de tener éxito, pero no fue suficiente para detener a un equipo que ha revolucionado el fútbol en los últimos años.